ABUSO DEL CHANGE.ORG

Muchos nos hemos llevado unas cuantas alegrías al cliquear un par de veces y a los pocos días se hace justicia. Un preso liberado o un indultado o evitado una lapidación o que un juicio se haga con garantías o admisión de proposiciones de ley como dación en pago o que le garanticen recursos para el tratamiento médico vital o…..

Qué útiles nos hemos sentido, y qué bien y satisfechos de nosotros mismos con solo leer un poquito y ejercitar el índice sobre el ratón. Qué fácil es este inicio de ‘Democracia Real’ de Chage.org, al menos en lo que a justicia se refiere.

Qué idea tan genial que tuvo Ben Rattray  (por cierto, iba para banquero por tradición familiar) que empezó defendiendo a su hermano homosexual de los rechazos y maltratos que padecía. Luego siguió con la denegación de registro en España de un hijo por gestación subrogada de una pareja homosexual, con sólo 600 firmas el ministro de Justicia dio la orden de admisión.

Sin embargo,  hace semanas que no hay solicitudes para grandes causas, y no creo que se deba a que ya estén resueltas las de lesa humanidad. Si las anteriores eran injusticias unánimes y a todas luces, las últimas son cuestionables y parciales, incluso alguna solicitud podría ser injusta en sí misma.

Les citaré 2, una es irrelevante y la otra hasta lesiva:

A mediados de febrero solicitan que el Parc Güell no llegue a ser de pago. Resulta que va a mantenerse gratuita para los vecinos, que son quienes lo sufragan con sus impuestos y quienes sufren el turismo en masa, que no les permite disfrutarlo como los que buscamos un parque cercano de casa para respirar su calma, además, toleran los cientos de autocares diarios que circulan y aparcan por sus calles. No es de recibo que firmen esta petición quienes no lo visitan ni una vez al año.

A principios de Abril aparece otra solicitud pidiendo el despido de una profesora de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Se dice que expresa en clase frases machistas inclusive las justificantes de la violencia contra la mujer, así como otras de intolerancia de la homosexualidad. Se dice que con ello adoctrina y atenta contra la libertad de expresión a alumnos que, según entiendo, son mayores de edad y escogieron esta universidad privada pagando sus matrículas. Ni es una escuela ni instituto de secundaria donde la enseñanza es obligatoria. Ya son mayorcitos, así que vayan al rector a quejarse, y si no que se cambien de universidad, y que aprendan a que en la vida hay que saber defenderse y abrirse el propio camino en lugar de protegerse con la masa abusando de medios como este. Como han escrito su nombre y ya han firmado casi 100.000 personas me suena a linchamiento.

Diréis que quien no esté de acuerdo pues que no firme. Con mucha razón, pero 2 son mis temores. Uno, que tanta solicitud irrelevante agote y ya ni nos fijemos en futuras solicitudes obviando, así, las realmente graves y necesarias. Dos, que demos por bueno todo lo que nos soliciten y firmemos sin fijarnos si eso perjudica a otra parte. Sea por una o por la otra, finalmente diluye y debilita ese inicio de ‘Democracia Real’ tan ansiada.

Una solución podría ser que los de Change.org se organizasen de algún modo, más o menos representativo, y decidan hacer filtros de solicitudes de manera que se lancen los realmente dolorosos. Pero podría ir contra el espíritu abierto de la organización y perder simpatías así como esa sensación de democracia directa, algo que no puede permitirse.

Otra solución es que seamos los solicitados de clics que decidamos su relevancia, dejando a la plataforma al margen de valoraciones y permitiendo, al mismo tiempo, una participación directa, real y democrática. Simplemente implementando una ‘contrafirma’, de manera que quien no esté de acuerdo lo pueda mostrar activamente en lugar de la pasiva de no firmar. Change.org tendría que decidir en qué porcentaje de firmas en contra sería requeridas para retirar esa solicitud, por ejemplo, una tercera parte de las positivas y entonces se dan por válidas el total de estas últimas.

Significaría la masificación de solicitudes, pero en este caso en lugar de agotar estimularía por la sencilla razón de darnos aun más protagonismo.